jueves, 21 de octubre de 2010






Arrodillada,
esperando,
quiza un azote,
quiza una caricia...
o simplemente
el roce de sus pantalones al pasar a su lado
casi sin verla,
sin siquiera reparar en ella...



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Si el no repara en ella, es porque no se la merece, de eso no tengo la menor duda.
besos

persea dijo...

Me alegra verte por aqui de nuevo, gracias por tu visita (sabes que estas en tu casa) y por tus comentarios siempre tan acertados.

Un cariñoso beso

Anónimo dijo...

No dudes, que por cada entrada que haces, te visito, algunas veces medio escondida, otras desde mi silencio, y en pocas ocasiones, salgo de mi soledad.
Un beso enorme persea.