Esa terraza en aquella azotea... la cena...
... los ojos vendados y esas barras que entraron casi sin notarlo... el collar, la cadena... la pulsera de cuero, los pendientes de eslabones, el anillo... el espejo que reflejaba esos ojos chispeantes, a la vez sorpendidos y emocionados... las velas...
Momentos y lugares imborrables... algún día volveremos allí para pisar de nuevo en las huellas que dejamos...