viernes, 25 de febrero de 2011



Ojos de cristal con la mirada perdida en un punto del horizonte, sin llegar a percibir lo que está más cerca...


Ojos opacos que no miran hacía el exterior sino que revierten su mirada al interior de su mente, tampoco llegan a ver lo cercano...


A veces vemos lo que queremos ver, nos dejamos llevar por unos ojos engañosos, ávidos de hacernos ver lo que estamos deseando vislumbrar, sin caer en la cuenta de que se trata de un engaño.



3 comentarios:

Anónimo dijo...

Suele pasar, vemos la paja en el ojo ajeno y no vemos la viga en el nuestro.
Un besote
MiDAS

persea dijo...

Y sobre todo, esa viga no nos permite dejar de ser egoístas.

Gracias por tu visita.

Un beso

Anónimo dijo...

No es egoismo precisamente lo que a veces no nos deja ver la realidad, es nuestra ilusión, nuestra ansiedad, nuestras ganas de............ver lo que queremos ver, lo que nos gustaria o soñamos con ver y no lo que es en realidad, por eso hay momentos en que hay que cerrar los ojos, para volverlos a abrir con mas amplitud, solo así podremos ver lo auténtico.