«En amor, la mujer se entrega, el hombre posee; o lo que es lo mismo, la mujer endosa al hombre la responsabilidad de su vida y la custodia de su corazón y de su conducta, y desembarazándose de tan frágil y a la vez tan pesada carga, recibe la más honda, placentera e inefable sensación de libertad»
(Pérez de Ayala, Troteras y Danzaderas, 1913)
No hay comentarios:
Publicar un comentario