Cuando El se ponía a su espalda, el mundo dejaba de existir para ella...
se limitaba a sentirle, olerle, oir sus palabras...
Sólo sentía sus manos recorriendo su cuerpo,
deseando que se acercara a ella salvajemente,
que la envolviera con sus brazos,
haciendola temblar...
El mundo no existía en aquel momento...
2 comentarios:
ohh siii!! lo entiendo, definitivamente se de lo que hablas!!
un beso.
muy interesante y hermoso tu blog, he leído ya varios de tus post y en verdad me ha encantado. Agrego tu enlace al mio!!!
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