martes, 12 de abril de 2011

Súplica




A tus pies me postro Señor,
Arrodillada ante ti elevo mi humilde suplica…

Dame tu placer, hazme ese precioso regalo…

Humíllame como tu perra que soy…

Marca con tus fluidos tu territorio, que es esta humilde esclava…

Permíteme saborear el dulce néctar que emana de tu cuerpo, aliméntame con el… 

Siénteme a tus pies 
como lo que soy…
Tu perra

2 comentarios:

AANGEL dijo...

Hace aproximadamente dos meses subiste a tu blog unas palabras mías que agradeciste.

"A ti te llena esa Dominación, te da vida, solo podrás vivir sin ella hasta que llegue alguien especial. Es natural que lo dudes, hasta tienes derecho a poner en duda lo que lees, pero yo se que tu alma está marcada."

"Hoy no conoces nada, pero podrás llegar a entender la sumisión y sentir con la Dominación. Siempre creemos que sabemos casi todo, pero cada día nos sorprendemos con cosas nuevas o notamos que vamos sintiendo de otra manera. El gran puzle ira completándose pieza a pieza. Las irás viendo encajar y comprenderás que no sabías tanto como creías, hablo de sentimientos, la Dominación sin sentimientos no es Dominación."

"Hablo por ejemplo, de que crees que jamás seras capaz de volverte a entregar, un día sabrás que si eres capaz."

"Hablo de que si conoces algo hasta un determinado nivel, comprobarás que no sabías que existía otro nivel hasta que lo sientas."

Hoy, leyendo tu preciosa súplica, me he acordado de aquellas palabras ....

Muchas felicidades por haber sabido llegar hasta ahí y porque estoy seguro que tu súplica le emocionará.

Un beso fuerte,

MiDAS dijo...

Ni una sola palabra, ni siquiera un simple gesto, son necesarios para que te arrodilles ante mi, mi mente, tu mente, son una sola mente, sientes mi placer, ese dominio sobre ti que te alza hacia el cielo como una diosa, sometiendote, doblegándote, humillándote, como a la más humilde de las esclavas, como a la mas servíl de las perras, mientras...............
Ansiosa, pero expectante,
boca........abierta, arrodillada,
con las manos en la espalda,
la cabeza erguida y alta,

sedienta de mis deseos,
complaciente, ilusionada,
esperas que.......de mis adentros,
salga mi lluvia dorada.

Salpica suave tu frente,
por tus pómulos resbala,
penetrando lentamente,
al fondo de tu garganta.

Baja por entre tus senos,
tus pezones riega y baña,
colándose en tu ombligo,
silenciosa, lenta, vaga.

Va recorriendo tu cuerpo,
como el río cuando baja,
caudaloso pero manso
desembocando en tus nalgas.

Disfrutas, bebés, absorbes,
la recibes extasiada,
un placer irresistible,
se refleja en tu mirada.

Esencia dulce y salada,
que brota de mi interior,
salpicando en tu figura,
doradas gotas de........amor.