lunes, 9 de marzo de 2009

Tristeza


A veces la tristeza se instala en nuestro corazón.
Lo hace a traición y no sabemos hacerle frente.
No encontramos la forma de expulsarla, quizá no la haya en ese momento.
Nos abraza con su manto sin dejar resquicio para que entre nada más.
Solo le permite el paso a sus amigos: la desesperanza, el desaliento, la impotencia, el llanto…
Nos envuelve, y es tan fuerte su influjo que nos dejamos abrazar porque en esos momentos es nuestra única amiga.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

El corazón es preso de nuestros sentimientos, quizás solo quizás en un momento no lejano podramos encontrar aquello que buscamos....
nyKA

persea dijo...

Gracias Maiko por pasarte por esta "tu casa"... ojalá tengas razón.
Saludos