Nunca le había gustado que la miraran fijamente, sin embargo cuando El posaba descaradamente sus ojos sobre ella para mirarla con atención, se producían una amplia gama de sensaciones que la llevaban al límite de sus fuerzas.
No le importaba que la viera desnuda, la había visto miles de veces, sin embargo si se sentía observada, la intranquilidad iba en aumento en segundos, una intranquilidad que nacía de su deseo de ser perfecta para El...
Solo cuando miraba sus ojos se daba cuenta que esa desazón no tenía razón de ser.
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