... la sacó de donde estaba sufriendo... no podía verla así ni un minuto más... parecía como si quisiera dejarse morir lentamente, repitiendo una y otra vez que “había fracasado como esclava”... había renunciado a la clase de vida que tanto tiempo había soñado con vivir...
El siempre me repetía que estaba dispuesto a curarla aunque nunca fuese suya... día a día le fue explicando una forma diferente de vivir en esclavitud... le enseñaba “su mundo”, ese que El siempre había imaginado y que tantas veces habíamos comentado... poco a poco fue curando algunas de sus heridas y dándole el calor que tanto necesitaba... y el tiempo fue pasando...
Nunca le preguntó si quería seguir sus pasos, El ya leía en su alma que era Suya... simplemente le puso el collar en su cuello, ató la cadena, la miró a los ojos y empezó a caminar... y todavía siguen caminando juntos...
Las heridas no están completamente curadas, pero ya es otra persona... vuelve a ser ella, sus ojos tienen vida, en su cara nunca falta la sonrisa... se sabe esclava de Su Dueño y se emociona... por primera vez, se siente ella misma, plena y completamente poseída... y seguirá caminando junto a El porque es su vida… dispuesta a estar a su lado hasta el final de los tiempos... y sabe que El la seguirá mirando cada día orgulloso de verla crecer para El, de poseerla, de sentirla completamente Suya...
Tu entrada me ha recordado algo que tuve la fortuna de vivir de cerca... y cuando sigo viéndoles juntos creo que todo es posible...
1 comentario:
... la sacó de donde estaba sufriendo... no podía verla así ni un minuto más... parecía como si quisiera dejarse morir lentamente, repitiendo una y otra vez que “había fracasado como esclava”... había renunciado a la clase de vida que tanto tiempo había soñado con vivir...
El siempre me repetía que estaba dispuesto a curarla aunque nunca fuese suya... día a día le fue explicando una forma diferente de vivir en esclavitud... le enseñaba “su mundo”, ese que El siempre había imaginado y que tantas veces habíamos comentado... poco a poco fue curando algunas de sus heridas y dándole el calor que tanto necesitaba... y el tiempo fue pasando...
Nunca le preguntó si quería seguir sus pasos, El ya leía en su alma que era Suya... simplemente le puso el collar en su cuello, ató la cadena, la miró a los ojos y empezó a caminar... y todavía siguen caminando juntos...
Las heridas no están completamente curadas, pero ya es otra persona... vuelve a ser ella, sus ojos tienen vida, en su cara nunca falta la sonrisa... se sabe esclava de Su Dueño y se emociona... por primera vez, se siente ella misma, plena y completamente poseída... y seguirá caminando junto a El porque es su vida… dispuesta a estar a su lado hasta el final de los tiempos... y sabe que El la seguirá mirando cada día orgulloso de verla crecer para El, de poseerla, de sentirla completamente Suya...
Tu entrada me ha recordado algo que tuve la fortuna de vivir de cerca... y cuando sigo viéndoles juntos creo que todo es posible...
Un beso fuerte,
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