viernes, 2 de abril de 2010

Entrega









Sus manos se giraron hasta colocarse con las palmas hacia arriba, en un gesto que hablaba por si solo...



sin palabras le estaba entregando su alma para que la amarrase a la suya propia de por vida.






1 comentario:

Farid dijo...

Qué hermosas palabras. Un gesto tan sencillo que encierra tanto significado!